De tal palo, tal astilla
Por primera vez los actores Carlos y Alonso Cano, padre e hijo, tienen la oportunidad de estar juntos en escena. La obra que los convoca es “10,000 horas” del peruano Giuseppe Albatrino, obra ganadora del concurso Sala de Parto y que está en temporada en el Centro Cultural Ricardo Palma. El director Bruno Odar reunió a Carlos y Alonso Cano para interpretar a los hombres de la familia Rossi, que como cualquier clan familiar tiene asuntos por resolver y al acercase una fecha memorable es la oportunidad para aceptar las diferencias y festejar los puntos en común.
Carlos Cano es Salvador Rossi, un piloto de avión maduro que tiene una gran pasión por volar. El objetivo de Salvador es completar las 10,000 horas de vuelo, pero le diagnostican el Síndrome de Meniére, una enfermedad que causa mareos, náuseas, desequilibrio y distorsión a la visión. Este mal lo descalifica como apto para volar y como este hecho lo frustra terriblemente le pide a su hijo que complete las horas por él.
El personaje de Alonso se llama Bruno Rossi, un muchacho que viene de familia de aviadores y lleva una tradición aérea sobre sus hombros que le pesa demasiado. Él en realidad es amante de las letras y quiere dedicarse a la literatura. Mientras que el padre mide sus logros por las horas de vuelo, el hijo por el número de críticas literarias que escribe y cada uno lleva un diario para no perder de vista lo alcanzado, la ruta que los llevará al éxito, tal y como lo llevaron a sus antecesores. Para Alonso Cano la obra “10,000 horas” incentiva al espectador a luchar por los sueños, ideales y metas. “Que por más que tengas muchos obstáculos, tienes que seguir adelante y hacer lo que te gusta. Que nada puede detenerte si estás convencido de que lo vas a lograr” comenta el actor.
Carlos Cano confiesa que a diferencia de su personaje, él no quería que su hijo siga sus pasos pero “Era imposible que no estuviera ligado a esto. Toda su vida se la pasó entre bambalinas y todos en la familia son artistas.” En la actualidad se siente orgulloso de trabajar con su hijo: “Veo muchos de mis gestos en Alonso y me impresiono. Soy yo cuando tenía 30 años”. Carlos tiene más razones para estar orgulloso de su hijo, quien este año se va de gira teatral con el elenco de la obra “Katrina Kuretsova y el clítoris gigante” a las ciudades Mar de Plata y Mendoza en Argentina.
Para Alonso el Perú no tiene nada que envidiar a otros países en lo que se refiere a producción teatral, talento actoral, nivel de dirección y dramaturgia. Lo que falta es convencer al público que es un buen plan ir al teatro porque además que se divierte lo hace reflexionar.
“10,000 mil horas” tiene funciones hasta el domingo 21 de junio, de jueves a domingo a las 8 de la noche en el Centro Cultural Ricardo Palma, ubicado en la avenida Larco 770 – Miraflores. Las entradas están a la venta a 45 nuevos soles (General) y 25 nuevos soles (Estudiantes) en Teleticket y en la boletería del teatro.