Los Hermanos y el Duende Zafir en la Alianza Francesa
En la lejana tierra de Moroc, reinan el sultán Hassan y su bella esposa la Sultana Amira, ellos tienen dos hijos los príncipes Omar y Caleb. Los hermanos siempre están compitiendo para saber quién es el más fuerte, el más veloz o el más capaz y terminan siempre peleando. Eso divierte a su padre pero entristece a su madre. Pronto los hermanos comprenderán que es importante que trabajen en equipo.
Joel Ezeta dirige la obra familiar “Los Hermanos y el Duende Zafir” en la Alianza Francesa todos los sábados y domingos a las 4 p.m. El joven director que de niño fue conocido como actor en la televisión en la serie “Los choches” y “Escuela de la calle: pirañitas”, de adolescente por su trabajo en “La Gran Sangre” esta vez dirige y está a cargo de la productora “Arde Troya”.
La Escultural: Me puedes contar sobre tu trayectoria en el teatro.
Joel Ezeta: En realidad esta es mi primera obra de niños como director, mi formación es más televisiva, trabajo en televisión desde los 9 años. Siempre me ha gustado el teatro para niños, hice teatro para niños de niño y me quedé con la espinita porque uno busca crecer y empezar a trabajar para uno en algún momento, empezar a luchar por sus sueños y para suerte tengo una madre que es Lili Boza, que es una capa, que tiene la misma inclinación por el teatro que yo. Ella empezó a escribir cosas, como terapia para relajarse porque le divertía y empezó a escribir cosas muy buenas. Cuando nos dimos cuenta tenía el guión de una novela, un proyecto de cine, una obra para niños y una para adultos. Entonces si teníamos la obra escrita ¿Por qué no la hacemos nosotros?
Nuestra primera obra costó lágrimas, sudor y sangre porque nosotros solo hemos hecho 3 obras, esta es la cuarta.
L.E: ¿Con qué otros directores han trabajado?
J.E: La primera obra fue con Paul Gastello, las otras dos las dirigió Nicolás Fantinato, siempre hemos tratado de conseguir un grupo de amigos y de grandes profesionales. Las tres primeras obras nos abrieron muchas puertas tanto en la Alianza Francesa y con otras empresas.
L.E: ¿Cómo fueron los inicios de madre e hijo produciendo teatro familiar?
J.E: Tomamos el reto y dijimos “Invirtamos en nosotros” y lo hicimos. En la primera obra perdimos drásticamente porque Lili y yo hicimos todo entre los dos. La inexperiencia y la falta de gente en el equipo, no puedes estar en tantas cosas es complicado, entre permisos, grabaciones y ensayos es muy complicado. Pasamos una navidad bastante triste porque nos frustramos un poco pero Lili es una mujer que no se rinde muy fácil, ella es el motor de nosotros como familia, yo soy hijo único, y como empresa ella es la que se fija en los detalles.
Yo no tengo nada en contra de alquilar un vestuario pero creo que los niños son un público muy franco, ven una princesa y si ella no está con un vestido que parezca de princesa van a decir “No es una princesa”. Los niños quieren ver detalles, son un público real que si se aburre a la mitad de la obra dicen “¿A qué hora termina esto? Que me quiero ir mamá” y se ponen a llorar o se paran y se ponen a corretear. Si perdiste la atención y perdiste todo.
Lili ve todos los detalles, corretea a Fiorella Cayo y ve cómo van las canciones.
L.E: ¿Cuánto tiempo estuvo Fiorella Cayo componiendo las canciones?
J.E: El proyecto viene desde el año pasado, nosotros nos presentamos como siempre un año antes a la convocatoria de la Alianza Francesa. Presentamos y nos aprobaron por suerte el proyecto. Somos uno de los pocos grupos para niños que tienen dos meses de temporada, ya no se está estilando en la Alianza, son muchos grupos y hay una necesidad de salas mayor.
Empezamos viendo el tema de las canciones y de qué tenían que tratar. Nuestras canciones como habrás visto no tienen coreografía porque queremos que más bien sean escenas con música que cuenten algo. Cada canción sigue el hilo conductor y tiene un porqué en la obra, no son gratuitas. Fiorella presentó algunas opciones de canciones y se puse de acuerdo con Lili. Ella es la que estuvo en todo el proceso con Fiorella.
L.E: ¿Quién se encargó el casting?
J.E: Yo porque me dedico a eso. Soy jefe de casting en Del Barrio producciones, conozco a todos porque han trabajado conmigo en Del Barrio o en otras temporadas del teatro como Christian Lévano, Claudio Calmet, Carmela Tamayo que es nuestra actriz fetiche porque ha estado en las cuatro obras. Estamos felices con las nuevas apariciones como Steffano Salvino, Luis Baca, Coco Limo, Johany Vegas.
L.E: ¿Qué aspectos consideraste para seleccionarlos para esta obra?
J.E: Todos son niños de alma, es bonito porque lo transmiten en sus personajes. Steffano tiene una dulzura en su personaje, que es su sello él es muy dulce como ser humano y le ha puesto esa dulzura al personaje. Luis ha encontrado características muy buenas dentro del personaje, para esto los hermanos tienen 15 y 16 años. No queríamos que se vieran ni muy niños, ni muy adultos porque ellos son los herederos al trono pero no tienen la edad para reinar.
L.E: Ambos tienen aspecto adolescente.
J.E: Ellos dos han encajado muy bien, se llevan muy bien y se nota en el escenario. Tienen una pegada muy grande con los niños, tanto ellos como Claudio, Coco, Giovanni. A Christian Lévano lo van a ver, es una caricatura en el teatro, lo van a ver y los niños lo adoran. Eso es lo bonito, los niños se matan de risa, participan, cuentas una historia, no es que les estés contando algo chiquito y lo demás sea “Alcen la mano”. Se ríen los niños y se ríen los papás.
L.E: ¿Se logra captar la atención de los padres?
J.E: Es como en Shrek, el adulto lo entiende de una manera, el niño de otra y se ríen. Los padres llegan a tener una hora y veinte en que se sienten niños de nuevo. En “Los Hermanos y el Duende Zafir” te acuerdas de ciertas discusiones con tu hermano o hermana, de cómo se peleaban, de cómo se fastidiaban y nos hace ser conscientes de que la maldad existe. Hay gente que lamentablemente no nos ve con los mismos ojos y hay que mantenernos siempre unidos como familia para que nadie nos pueda lastimar o dañar.
L.E: Lili Boza dice que es importante que después de salir de la obra, haya un espacio para que los niños puedan hablar de qué cosas han visto con sus padres.
J.E: Lo bueno de las obras de Lili es que los niños se quedan con el mensaje. Por ejemplo tuvimos una obra que era sobre el cuidado del planeta y si el papá tiraba algo por la calle, el niño decía “En la obra me han dicho que no se tira y no debemos ensuciar porque estamos malogrando el planeta”. Es importante dejarle algo al niño, la niñez de ahora tiene tanta información que puede servir para lo bueno como para lo malo porque tienen información que los niños de nuestra época no tenían. Éramos otros niños porque teníamos muchísimo menos información. Por eso nosotros en esta hora y veinte que les ofrecemos es para que los niños vivan la edad que tienen. No queremos niños de diez años que piensen como personas de cincuenta, cuarenta o treinta. Queremos que vengan y se diviertan como niños, también que vengan los papás, las mamás son las que normalmente apoyan el teatro y el papá viene por obligación. El papá viene con esa actitud y luego se da cuenta que no es una obra solo para niños y se divierte con los gags y ves al niño y al papá divirtiéndose como si tuvieran la misma edad. Eso nos llena de alegría a nosotros.
Más detalles
Teatro de la Alianza Francesa.
Av. Arequipa 4595
Temporada: Del 15 de agosto al 4 de octubre
Entradas: Teleticket y Boletería AF General: S/. 30.00, Niños, estudiantes y jubilados: S/. 20.00, estudiantes AF: S/. 15.00