Démeter y el teatro para la infancia en el Perú

Conversamos con la dramaturga Celeste Viale sobre la realidad del teatro para la infancia y la obra Demeter y las 4 estaciones, dirigida por Alberto Isola en Teatro Ricardo Blume.

La Escultural: ¿En el Perú cuál es la situación del Teatro para la infancia?

Celeste Viale: Unos años antes el teatro para la infancia ponía su atención en el niño o la niña, las obras eran específicamente dirigidas. Ahora creo que esto ha evolucionado y se trata de incorporar a los padres en la propuesta. La prioridad está en el público infantil pero también que los padres puedan a la vez entretenerse, un espacio de encuentro para que padres e hijos puedan comunicarse a través del espectáculo, que el chico le pueda comentar a su papá sentado al costado lo que está viendo, pueda preguntar y que el padre esté siguiendo la obra con la misma atención, con el mismo disfrute que lo sigue el niño o la niña. Es interesante cómo involucramos también a los padres o a los acompañantes para que puedan dialogar con los niños.

L.E: ¿Cómo hacemos con los niños se acostumbren a estar más de una hora en una sala de teatro, ahora que están acostumbrados a entretenerse con tablets y celulares?

C.V: Con las nuevas tecnologías efectivamente la capacidad que tienen los adolescentes, los niños y las niñas de poder concentrarse o profundizar es más complicado. Hay demasiada información, todo es muy rápido, ya no se profundiza, hay muchas ideas en muy poco tiempo. El niño, la niña y el adolescentes buscan más, quieren más  diversidad, entonces es complicado pero yo creo que es un reto porque el teatro tiene su propio lenguaje,  su magia particular diferente al lenguaje cinematográfico y al de los libros. Entonces eso es lo que hay que rescatar: la magia del teatro, que es en vivo y en directo, hay que  introducir al niño a esta magia de lo presente.

El teatro para la infancia tiene sus propios códigos, sus propias exigencias y no es fácil. El actor debe estar mejor preparado para abordar o asumir teatro para la infancia ¿Por qué? Porque el público infantil es muy concreto, es muy directo, te puede sacar en un segundo de tu circunstancia y te obliga a a resolver, el actor debe tener mucho oficio. No es que tú adquieres oficio haciendo teatro para la infancia sino al revés. El público adulto a veces suspira, se alegra, comenta, en cambio el niño  dice “No me gusta”, “Papá a qué hora acaba esto”, ¿Qué cosa es esto?”, “No esto es así” o “Se fue por allá”, el actor debe estar muy preparado para eso. Para no romper esta atmósfera o este mundo en el que el niño han entrado. El niño a diferencia del adulto está en un proceso de desarrollo. La información que tú le das y cómo se la das queda acuñada en su formación. Entonces lo que el actor dice  en ese momento es ley por eso es que el papá, la mamá o el acompañante que está presente y no le gusta lo que ve le puede decir al niño “Fíjate esto es así pero también hay esto…”.

L.E: El teatro ayuda a que el niño pueda hacerse preguntas sobre el mundo.

C.V: En una de las obras salió la palabra “paz” y el niño pregunto “¿Papá, qué cosa es paz?”. El teatro para la infancia tampoco es el A,B,C que le explique todo al niño pero si el papá ha estado en el momento y el contexto que se ha dicho esa palabra también le pueda explicar al niño. La idea es que reciban información que después sepan procesar. El teatro para la infancia es para que el niño se entretenga, disfrute, encuentre nuevas cosas,descubra caminos para solucionar sus angustias. Así como el adulto encuentra en el teatro algunas respuestas para explicar la existencia humana y los grandes temas filosóficos, igual el niño en el teatro para la infancia tiene también que encontrar caminos para resolver sus preocupaciones, sus dudas e inquietudes.

Sobre Démeter y las 4 estaciones.

C.V: La historia viene de un mito que ha sido adaptado, tomando personajes de la mitología de los dioses del Olimpo, los elfos del mundo medio,  y el dios de las tinieblas, del subsuelo. Démeter está angustiada por la perdida de su hija y toma la fuerza para ir a buscarla a pesar de los obstáculos por los que tiene que pasar, así como el niño tiene que sortear obstáculos para crecer y no encuentra un solución sencilla simplemente con consultarle a papá y a mamá, o en el colegio. El niño tiene que ir encontrando sus propias respuestas y sortear sus propios obstáculos, gracias a que el niño puede sortear esos obstáculos se convierte en el héroe de su crecimiento. En esta obra hay ese viaje de la madre en busca de su hija y tiene que sortear esta serie de obstáculos,  ir a un lugar que es extremadamente difícil, peligroso y oscuro, el mundo de las tinieblas, y como logra salir de allí con la hija. Aunque la hija tiene que regresar al mundo de las tinieblas cada cierto tiempo porque finalmente no siempre es primavera, no siempre está la felicidad presente. Hay una parte en el tránsito de la vida, donde aparecen las dificultades, las tinieblas, la oscuridad y después regresa la primavera.

Por eso a mi me motivó mucho trabajar la historia con estos elfos que son los personajes que articulan  la historia, el mundo de los dioses con el mundo de las tinieblas. Démeter es la diosa de la agricultura que simboliza la vida, si ella no planta semillas, no crecen las flores, la tierra se muere y lo que pasa es que cuando pierde a su hija, ella se deprime, pero vienen los elfos y le dicen tienes que salir a  buscar a su hija para que la tierra pueda florecer otra vez. 

L. E: ¿Cómo convencer a los papás de que lleven a sus hijos al teatro?

C.V: Me alegro mucho cuando hay papás que traen a sus hijos al teatro. Lo que estamos haciendo es tratar de crear un público para el teatro desde la infancia y estamos tratando de darles propuestas que son distintas a las que aparecen en la televisión, inclusive a la que puede encontrar en los cuentos. Queremos hacer teatro peruano por más que sean historias recogidas de otras culturas porque finalmente son mitos que explican el mundo. Creo que los papás deben buscar otras alternativas a la televisión, de los juegos electrónicos, quebrar un poco ese circuito. A veces los padres no tienen herramientas, te dicen ¿Cómo puedo sacarlos de aquí? Llévalos al teatro, a un concierto, a una actividad artística, a ver danza, a que escuchen música, a los parques, que rompan la dependencia con la televisión y los juegos electrónicos. Démeter es un espectáculo para chicos y grandes,  hay bailes, misterio, entretenimiento y un mito que contiene mucha sabiduría para que después los padres puedan conversar con sus hijos sobre lo que hay detrás de la obra.

Más datos

Temporada: hasta el 16 de octubre

Horario: sábados y domingos a las 4:00 pm.

Versión de la obra teatral: Celeste Viale

Dirección: Alberto Isola

LUGAR: Teatro Ricardo Blume

DIRECCIÓN: Huiracocha 2160, Jesús María

Elenco: Steffani Rojas, Janncarlo Torrese, Fiorella Milla, Renato Medina y Lorena Rodriguez

Entrada adultos: S/.30.00 nuevos soles

Entrada estudiantes y jubilados: s/.25.00 nuevos soles

Entrada niños menores de 12 años: s/.20.00 nuevos soles

Entradas a la venta en Teleticket y en la boletería una hora antes de la función

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